samedi 23 novembre 2013

El Plasma LCD

Bienvenidos a la emisión del mediodía. Estos son nuestros titulares:
--Se agrava la situación de los hospitales en el país. El gobierno lanza un rescate de 5.3 billones de pesos para solventar la crisis...

Reportero:
-Desde esta mañana, cientos de enfermos se encuentran sin ser atendidos en el hospital público del municipio de Mójate los pies. La razón: se acabaron los suministros básicos y el personal médico protesta frente a la alcaldía que hace 17 meses no les paga. La situación de los enfermos es angustiante, algunos de los pacientes decidieron regresar a sus casas porque, según ellos, es mejor retorcerse de dolor bajo su propio techo que ante la mirada impotente, y a veces indolente, de los médicos y enfermeras y sobre el piso frío de un pasillo de hospital.

Frente a su nuevo televisor, Usnavy se acomodó en su taburete con un plato hondo repleto de sopa en una mano y sin prestar mucha atención a las palabras del Ministro de Salud, senadores, opositores, líderes y otros expertos del gobierno que salían, debidamente encorbatados y empaquetados en elegantes trajes, dando declaraciones respecto a la delicada situación y anunciando que la nueva reforma a la salud traería el tan anhelado rescate del sector y sería la solución para ampliar la cobertura y garantizar el derecho a la salud de....bla,bla,bla. Sonaba en la cabeza de Usnavy a quien el dolor de cabeza, con el que se levantaba desde hacía tres días, le amargaba las gordas cucharadas de sopa caliente. Un trago de jugo de tamarindo del sudoroso vaso de electroplata, y dos cucharadas más de sopa. Una cucharada de arroz mojado en la sopa, un nuevo trago de jugo. Y los comerciales, para al regreso volver a las noticias de la farándula.

El reloj marcó la 1:13. El marido no había llegado de la calle a almorzar todavía. Siempre había sido así, pues él salía con su carreta cargada de chócoros y colchonetas a vender a crédito en los barrios de la ciudad. Algunas veces, como el mes pasado, le iba muy bien y podía comprar cosas para la casa. Como el televisor, descrito por él mismo como plasma LCD, que trajo el mes anterior para que Usnavy se entretuviera mientras hacía los oficios de la casa y con el cual él cumpliría su sueño, prestado de un comercial de Sony, de ver el próximo mundial en HD. Otras veces, los días pasaban sin que pudiera hacer una sola cuenta y tenía que conformarse con los 10.000 pesos que el patrón le prestaba para el diario.

Tras este sueño vino la cuenta de DirectV, quien transmitiría todos los juegos del mundial en exclusiva, y que no había que dejar de pagar para evitar el corte y no quitarle la única forma de entretenimiento de él y su mujer.
El recibo de la EPS estaba atrasado hace dos meses, razón por la cual Usnavy no podía ir a una consulta médica para que le mandaran algo para su dolor de cabeza. Ibuprofeno será, ¡cómo siempre! Pensó la joven mujer, mientras se paraba del taburete para dejar los platos y el vaso en la cocina. Frente a la ponchera plástica de agua enjabonada, sintió la punzada en el sentido que la dejaría inconsciente minutos después. Empezó a sudar frío y a sentir mareo, mientras la presentadora de las noticias de la farándula saludaba a la audiencia. Se recostó contra el duro mesón de concreto de la cocina. ¡Ay mi madre! Alcanzó a gritar, mientras el participante eliminado la noche anterior del Reality de moda daba sus declaraciones en el televisor.

Horas después, su marido hacía una larga cola frente al hospital, sin saber a qué hora atenderían a su mujer. Usnavy languidecía incolora recostada a la pared y sentada sobre un cartón en el piso con la bolsa de dextrosa al lado y asistida por una amiga del barrio. Miró hacia el quiosco de enfrente en cuyo pequeño televisor, ubicado sobre la estantería de los fritos, comenzaba el noticiero de las 7. Con una amplia sonrisa, el Ministro de Salud anunciaba la aprobación de la reforma a la salud aprobada en sesión extraordinaria por el Congreso de la República.